Ay! Otra vez esos instantes mágicos, que de vez en cuando, me hacen suspirar, pararme a pensar unos segundos y darme cuenta DE TODO.Un beso, un gracias, un lo siento... Entiendo, brevemente, lo que es ser feliz.
Luego la rutina me despierta. Con su actualidad cruel, con tantas y tantas situaciones injustas, con la crisis, con jueces y políticos en los que no creo, con el dinero que mueve el mundo, la corrupción y tantas otras cosas asquerosas... muchas ni siquiera las puedo llegar ni a imaginar y existen. Y el corazón se me parte. Estoy yo en otro mundo aparte, distinto, sola con mis zapatos y cosas bonitas? No. Pero puedo escuchar FM, reírme de un chiste de Arguiñano, empaparme del blog de Paula Echevarría, comprarme trapitos, disfrutar pintándome las uñas y leyendo Cuore y revistas de moda,perderme en mi mundo, por poner ejemplos; ¿seré frívola por eso? Un debate eterno, superficialidad y moda. Lo que sí sé es que, almenos a mí, verme bien me hace sentirme mejor y encarar mejor el día a día. Mejora mi actitud conmigo misma y con los demás.
Estoy segura de no ser la única a la que se le remueve algo dentro, por supuesto, pero nos quedamos cómodamente a ver las cosas y el mundo pasar. No somos capaces entre todos de entendernos y ponernos de acuerdo para cambiar todo lo que está pasando. Y pienso, qué puedo hacer yo? Y no hago nada.
O eso creo. Porque en pequeños momentos de lucidez (o locura total) veo que he cambiado un mucho. No hace tanto que mi marido o mi madre podían encontrarme delante de un folio en blanco, escribiendo, envuelta en penas, sin saber cómo volver a empezar, con dudas y miedos, incapaz de disfrutar, sumida siempre en el pesimismo. Pienso que encontrarse a uno mismo y saber disfrutar y disfrutarse es un primer gran paso. Es un granito de arena para ir encajando en este gris mundo que también tiene cosas muy bonitas e ir aportando, cada uno a nuestra manera, algo.
Diversos estudios dicen que con la que está cayendo somos más felices y eso es porque valoramos otras cosas.
Por mi parte, voy a dejar de sentirme culpable. Por estar contenta y por que me gusten las cosas que me gustan. Y es que hace unos dias una persona me dijo que, las que teníamos blogs sobre moda era porque no teníamos otra cosa en qué pensar...
¡Feliz fin de semana!
Luego la rutina me despierta. Con su actualidad cruel, con tantas y tantas situaciones injustas, con la crisis, con jueces y políticos en los que no creo, con el dinero que mueve el mundo, la corrupción y tantas otras cosas asquerosas... muchas ni siquiera las puedo llegar ni a imaginar y existen. Y el corazón se me parte. Estoy yo en otro mundo aparte, distinto, sola con mis zapatos y cosas bonitas? No. Pero puedo escuchar FM, reírme de un chiste de Arguiñano, empaparme del blog de Paula Echevarría, comprarme trapitos, disfrutar pintándome las uñas y leyendo Cuore y revistas de moda,perderme en mi mundo, por poner ejemplos; ¿seré frívola por eso? Un debate eterno, superficialidad y moda. Lo que sí sé es que, almenos a mí, verme bien me hace sentirme mejor y encarar mejor el día a día. Mejora mi actitud conmigo misma y con los demás.
Estoy segura de no ser la única a la que se le remueve algo dentro, por supuesto, pero nos quedamos cómodamente a ver las cosas y el mundo pasar. No somos capaces entre todos de entendernos y ponernos de acuerdo para cambiar todo lo que está pasando. Y pienso, qué puedo hacer yo? Y no hago nada.
O eso creo. Porque en pequeños momentos de lucidez (o locura total) veo que he cambiado un mucho. No hace tanto que mi marido o mi madre podían encontrarme delante de un folio en blanco, escribiendo, envuelta en penas, sin saber cómo volver a empezar, con dudas y miedos, incapaz de disfrutar, sumida siempre en el pesimismo. Pienso que encontrarse a uno mismo y saber disfrutar y disfrutarse es un primer gran paso. Es un granito de arena para ir encajando en este gris mundo que también tiene cosas muy bonitas e ir aportando, cada uno a nuestra manera, algo.
Diversos estudios dicen que con la que está cayendo somos más felices y eso es porque valoramos otras cosas.
Por mi parte, voy a dejar de sentirme culpable. Por estar contenta y por que me gusten las cosas que me gustan. Y es que hace unos dias una persona me dijo que, las que teníamos blogs sobre moda era porque no teníamos otra cosa en qué pensar...
¡Feliz fin de semana!
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