Fui la princesa de mi casa; soy la pequeña y la única niña de cuatro hermanos.
Pasé muchos fines de semana en una casa rústica pequeña, con muebles de pino y una chimenea de piedra, con un jardín inmenso, un bosque de pinos, un gallinero, conejos, patos, perros y gatos, con vecinos de mi edad y mucho tiempo y espacio para soñar y jugar a ser princesa. Soñaba que mi boda sería en una escalinata de piedra, como aquella en la que jugaba tantas veces, rodeada de muchos árboles y flores, dónde se viera mucho verde. ¡Cuántas veces me puse el vestido de novia de mi madre!
El día de mi boda lloré de felicidad al verme subiendo una escalinata de piedra, enganchándome nerviosa el velo y el vestido en ella, andando por una alfombra rodeada de sillas entre los muros y salones de piedra, árboles y plantas al fondo, sola con mi pensamiento, princesa de mis sueños de niña, consciente de que eso era sólo un instante en mi vida y a la vez, triste. Princesa pendiente de nadie.
Me pasa que cuando voy al campo, al bosque, a la montaña, hay olores, sensaciones, instantes mágicos que me hacen otra vez princesa. Sí, el topicazo de las pequeñas cosas de la vida. Hundir la nariz entre el pelo de mi hijo y olerlo y ser capaz de sentirme enormemente plena y no estar preocupada ni amargada por la crisis, por la hipoteca, en fin, por dinero. Llegar a casa y escribir esos momentos para que no se me olviden esos ratos cortos de paz interior porque tengo que volver a llamar al perro para que haga caso, a apartarme las moscas a manotazos, (qué calor!) a preparar la cena, recoger la ropa…
Hace unas semanas fuimos a una boda y en el último momento me decidí a plantarme unos taconazos imposibles. Andando hacia el coche mi hijo me dijo que ¡por fin me ponía unos zapatos de princesa! Vale, en el aperitivo ya iba descalza pero por un rato fui princesa otra vez; ¡la princesa de mi niño!
Seguro que tu también tienes tus momentazos princesa, esos ratos egoístas muy tuyos en los que te conviertes en la reina de tu casa poniéndote guapa, tirándote a no hacer nada, leyendo tu revista favorita, dejándote querer, dándote permiso para relajarte y sentir.
Yo, disfruto con la mano de mi marido unos segundos sobre la mía mientras conduce de vuelta a casa, admirando a mi madre, reina capaz de levantar imperios. Con un ratejo sola con unas velas, escribiendo. Coger el coche con la familia y cambiar a otro planeta en un momento…
Concédete el próximo baile. Escribe tu propio cuento. Princesa.
en Monistrol de Calders, ¡te lo recomiendo! Árboles, picnic y un remojón en el río...
(Barcelonahttp://www.regio7.cat/bages/2010/09/13/monistrol-calders-adequara-bassa-den-rubio-espai-doci/101704.html)
autofoto con mi marido, en el sofá de casa
con mi hijo en la boda de Sandra y Marc
(con vestido de Zara, broche de Six y zapatos de Bershka, de otras temporadas)
con mi marido, con el mismo vestido y zapatos de MaryPaz en la boda de Sebas y Noemí, en 2010
Post by Merche. (click aquí para ver el sitio dónde me casé)
Comentarios
Cada día te veo más guapa!
besos