Jordi Ballart, Alcalde de Terrassa, dijo un día del pasado verano 2013 en su Facebook que uno de sus sitios favoritos en nuestra ciudad es un parque, cerca de la calle Sant Marià. Empecé a pensar cuál era mi sitio favorito en Terrassa; ¿sería el mismo que el de mi marido? ¿Cuál sería el sitio especial de los demás? Imaginé un mapa distinto de la ciudad; con las calles especiales mías y de otros, rincones en los que han tenido lugar momentos únicos.
Uno de mis sitios favoritos es la esquina del Carrer Sant Honorat con el Carrer Sant Crispí; justo el sitio en el que vi por primera vez a mi marido hace trece años. Le pregunto a él y me responde con el mismo lugar exacto! (uff… sonrío y muero de amor por dentro…). Ahí se reunía con sus amigos, antes y después de quedar, al salir del trabajo, a pasar las horas muertas, a fumar, … (vale, ese sitio no era especial para mi marido sólo por nosotros…).
En las fotos en ese sitio justo, en la Fiesta Blanca 2013 del bar El Rincón de Toni
Había una pequeña plaza muy especial para mi; ahora un espacio mucho más abierto y también más frío. Mi madre era la limpiadora del Museu Tèxtil de Terrassa, ahora el Centre de Documentació i Museu Tèxtil CDMT, en la calle Salmerón. La desaparecida glorieta que había justo delante, con un estanque con peces y plantas, era marco de muchos books de bodas. Había un par de rocas grandes, un sauce llorón y palmeras. Y yo desde dentro del Museo, tras las puertas acristaladas observé con admiración a todas las novias y a sus vestidos. He pasado muchas horas en su bibilioteca, en el taller con las restauradoras, con los conserjes. Recuerdo muchas caras y nombres. Las vitrinas llenas de trajes preciosos de otras épocas y las luces y sombras que jugaban a veces malas pasadas. Podía llegar a ver cómo los trajes cobraban vida y comerme los peldaños de las escaleras casi con los ojos cerrados… Hubo una cafetería, luego no y después otra vez sí. Muchos recuerdos. Cuántas horas! Y en esos jardines, entre el Museo y el Castell Cartoixa de Vallparadís. También jugué en la sala de actos y bajo las faldas de dos gigantes que allí guardaban, entre telares expuestos. Me escondía muchas veces en su chásis, debajo de la ropa, en su esqueleto de madera y hierro, mirando a mi madre fregar a través de la ventanita de tela del gigante. Me sentía tan orgullosa de conocer tanto el Museo cuando íbamos de visita con el cole!
Aquí con mi marido y mi hijo en 2012 en Vallparadís a los pies del Castillo y del Museo
Muy cerca las ventanas de Mutua; pero más que ninguna claro está esa justo de la habitación en que nació mi hijo. Siempre que paso por ahí miro hacia arriba…
También algunas calles y rincones más. Bellos no por su apariencia sino por todos los recuerdos que me traen. Algunos me sacuden el alma con fuerza! Otros duelen porque sus cicatrices aún no están cerradas aunque pase el tiempo y otros tantos me hacen darme cuenta de repente que no puedo pedir más… Tras los acontecimientos vividos en los últimos meses he creído ser otra persona, pero no. O sí. A ratos… Ahora, con una nueva aventura entre manos. Y solamente puedo dar gracias; el próximo agosto abriré mi propia tienda! Así que tendré que marcar un sitio más en el barrio en mi mapa personal!
Un 2014 que ha venido con un antes y un después. La pérdida de mi segundo embarazo me ha traído un aprendizaje a marchas forzadas. Con el paso de las semanas y con un poco más de calma por fin paz tras la rabia. Muchos días a veces aún necesito más luz pero rodeada de amor la vida es más fácil!
Post by Merche
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